Boletines

E-BORESU nº 3

Imagen actual

La aparición en ámbito bibliofílico de un ejemplar del Cancionero de Zaragoza de 1492 (92VC) impreso por Pablo Hurus ha permitido llevar a cabo su análisis bibliográfico, estableciendo la historia de su transmisión, desde las primeras noticias que lo situaban en la biblioteca de los jesuitas de Sevilla y después en manos de Jovellanos. A la vez, se ha localizado el paradero actual de otro ejemplar que perteneció a Salvá y Heredia, quedando de este modo definitivamente probada la existencia de esa edición. En manos de algún librero del siglo XIX, el ejemplar que había sido de Jovellanos sufrió un despiece y reencuadernación, proceso en el que además le fueron interpolados dos fragmentos impresos, procedentes de sendas ediciones hasta ahora desconocidas pero salidas también del taller zaragozano de los hermanos Pablo y Juan Hurus, presumiblemente con anterioridad al cancionero 92VC (no después de c.1491). Uno de esos cancioneros fragmentarios contiene el que consideramos testimonio impreso más antiguo de la la Pasión trovada de Diego de San Pedro, junto con unas «Preguntas a Nuestra Señora» también primer testimonio impreso de este texto de Íñigo de Mendoza, así como unas desconocidas «Coplas del Quicumque vult fechas so determinación y correpción de la madre santa iglesia», de autor ignoto. El otro fragmento contiene una porción muy amplia (360 estrofas) de la Vita Christi, en edición igualmente desconocida.