Boletines

E-BORESU nº 9

Imagen actual

A inicios de la Edad Moderna, la música se relacionaba con un alto estatus social e instituciones poderosas, puesto que estaba fuertemente asociada con la proyección de autoridad por parte de la iglesia y la corona. Los espacios urbanos eran lugares donde el poder se negociaba a través de rituales y eventos en que la música desempeñaba un importante papel solemnizador. Los conventos de monjas contribuían sonoramente a la vida política de la ciudad y su ceremonial, y este solapamiento de música, poder y vida religiosa formaba parte de las expectativas y percepciones del público. Este artículo evalúa la participación de los conventos en la vida política de las ciudades ibéricas a inicios de la Edad Moderna. Las actividades musicales organizadas dentro del convento adquirían un matiz político mediante la asistencia de autoridades civiles. Asimismo, la música podía interpretarse en espacios conventuales que permitían la proyección sonora hacia el mundo exterior, lo que permitía a las monjas participar en ceremonias urbanas. Menos frecuentemente la música se interpretaba fuera del espacio conventual. Este artículo se basa en la dicotomía dentro-fuera y ofrece ejemplos que ilustran las diferentes estrategias utilizadas por los conventos para alcanzar su entorno urbano a través del sonido.

Disponible en: Hoquet.