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E-BORESU nº 3

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Este trabajo se basa, fundamentalmente, en el estudio de una veintena de estas relaciones de sucesos incluidas en repositorios como los de Bidiso, Hispana, Biblioteca de la Universidad de Sevilla, Europeana etc., que tuvieron como principales protagonistas a homicidas y que, como tales, protagonizaron hechos que escandalizaron y asombraron, por su ferocidad y truculencia a la población, dentro de los calificados como «delitos atroces». Son textos que se detienen también en la descripción de la aplicación de la justicia, de las ejecuciones de aquellos temibles homicidas, crueles y sanguinarios asesinos, infames personajes que acabaron sus días en el cadalso, y que gracias a la exhaustividad de sus datos y a su sensacionalismo, tenían una gran efectividad entre sus lectores y oyentes. En efecto, estas relaciones, por supuesto, no solo tenían como fin la información, buscaban el impacto, sin olvidar, cómo no, lo crudo, lo morboso, lo violento, e incluso lo humorístico, que nunca queda al margen de sus líneas, de sus versos cantados o leídos en la plaza pública, en los mentideros, dando gusto a un auditorio que, como hoy, espera ávido la lectura (o la recitación) de unos hechos extraordinarios, terribles, que rompen con la paz cotidiana, con la ley, con los principios y normas morales comunitarios. El público se convierte en estos casos en atento juez pasivo de los hechos, espera el necesario cumplimiento de la ley del hombre; espera también la misericordia divina tras el necesario y preceptivo arrepentimiento del pecador empujado por el tentador y omnipresente demonio. Pero, gracias a esas relaciones, ese público es también educado, formado, «disciplinado» conforme a unos determinados parámetros éticos de comportamiento.